Remedios caseros de la abuela

Remedios caseros de la abuela

ANTES DE PROBAR REMEDIOS CON RECETAS CASERAS CONSULTA CON TU MÉDICO DE CONFIANZA:

NUNCA HAGAS EXPERIMENTOS CON TU SALUD, O TUS SERES QUERIDOS.

INTOLERANCIA A LA LACTOSA

La lactosa es el azúcar natural que se encuentra en la leche y otros productos lácteos.

La intolerancia -o mala absorción de lactosa- se define como la incapacidad para digerir cantidades significativas de este azúcar de la leche.

Esta mala absorción se debe a la poca o nula producción de la enzima llamada lactasa, presente normalmente en las células del intestino delgado.

Al no existir suficiente lactasa, gran parte de la lactosa no es digerida y, por lo tanto, pasa sin ser absorbida al intestino grueso o colon y provoca síntomas como dolores, hinchazón abdominal y diarrea, entre otros.

La sensibilidad a la lactosa puede variar ampliamente (algunas personas notan sus efectos de forma inmediata tras consumir pequeñas cantidades, mien­tras otras tienen un umbral de sensibilidad más alto y es más difícil observar su relación causa-efecto) y cambiar con el tiempo y el estado general de salud.

Por ejemplo, un episodio agudo de diarrea, causado por una infección, puede reducir temporalmente los niveles de lactasa y hacer más sensible a la lactosa de forma temporal.

Cabe señalar que la intolerancia a la lactosa no es lo mismo que la intolerancia a la leche de vaca; esta última es una condición de alergia a las proteínas de la leche (no a la lactosa) que genera problemas clínicos serios en lactantes (niños menores de año).

En cambio, la intolerancia a la lactosa no es una alergia sino una incapacidad de digerir el azúcar de la leche y se desarrolla en edades mayores, generalmente después de Ios 2 a 7 años.

Existen dos clasificaciones de intolerancia a la lactosa:

• Intolerancia primaria o genética (minoritaria): se produce una pérdida progresiva de la producción de lactasa y por ende de la capacidad de digerir la leche.

Suele darse a lo largo de la vida en ciertos grupos étnicos y tiene una causa genética. Las personas con esta intolerancia notan cómo la ingesta de leche les causa cada vez más síntomas. Es progresiva y permanente.

provocada por un daño intestinal temporal (generalmente causado por una gastroenteritis vírica). Este tipo de intolerancia es muy frecuente en la infancia tras un episodio de gastroenteritis agudo. Es transitoria y recuperable.

Otros factores desencadenantes son:

•Infección gastrointestinal: es un episodio agudo de gastroenteritis infecciosa que conlleva un daño en la mucosa y microvellosidad del intestino.

•Medicamentos: ciertos fármacos pueden originar un daño mucoso en el tracto gastrointestinal (aspirina, antiinflamatorios no esteroideos -AINES-, antibióticos).

• Intolerancia secundaria (mayoritaria): la disminución de la producción de lactosa es secundaria, ya que está

•Enfermedad crónica del intestino delgado: algunos ejemplos son malnutrición, enteritis actínica, gastropatía diabética, enteritis regional, síndrome carcinoide, fibrosis quística y celiaquía.

Siqnos de alarma

Los síntomas de intolerancia a la lactosa ocurren tras la ingesta de productos lácteos o al­mentos que los contengan en su composición.

Según el nivel de deficiencia de lactasa y la cantidad de alimento ingerido, la magnitud y número de síntomas pueden variar de una persona a otra o, incluso, en diferentes situaciones.

Algunos son: cólicos abdominales, distensión abdominal, mala absorción, flatulencias, pérdida de peso, desnutrición, crecimiento lento en niños, diarrea, estreñimiento y erupciones cutáneas.

Sin embargo, hay veces en las cuales las manifestaciones de la intolerancia a la lactosa se confunden con otras patologías, como colon o intestino irritable.

Asimismo, la enfermedad celíaca o infecciones intestinales crónicas pueden tener como principal manifestación la intolerancia a la lactosa.

¿Qué puedo hacer si tengo intolerancia a la lactosa?

Existen diversas formas de realizar el diagnóstico de intolerancia a la lactosa: métodos clínicos asociando los síntomas con la ingesta de lácteos, hasta la medición de la lactasa en biopsias.

También están las pruebas de hidrógeno espirado luego de una carga de lactosa y el clásico test de tolerancia a la lactosa que se realiza al medir la glucemia después de una ingesta de lactosa.

Pero, dado que estos estudios son muy costosos, los

diagnósticos se realizan -en primera instancia- al observar la clínica del paciente y en base a ella determinar si los síntomas están vinculados o no a la ingesta de leche y sus derivados.

Si es así, se debe suspender por dos semanas el consumo del hidrato de carbono sospechoso, y evaluar su comportamiento.

Cuando es necesaria la confirmación, es importante distinguir la intolerancia a la lactosa de la alergia a la leche, la cual -como se mencionó anteriormente- es una respuesta inmune anormal (usualmente) a las proteínas de leche.

Si el diagnóstico es intolerancia a la lactosa, los pasos a seguir son:

•Conocer los alimentos que contienen lactosa. Ésta se encuentra en la mayoría de los productos lácteos, algunos alimentos horneados y procesados como el pan, cereal seco, dulces, galletas dulces, aderezo para ensalada, sopas hechas con leche, mezclas de bebidas y alimentos preparados, como pizza y lasaña.

•Prestar atención a las etiquetas de los alimentos.

•Comenzar con pequeñas porciones de productos lácteos.

•Comer productos lácteos que sean naturalmente bajos en lactosa (el queso y el yogur generalmente contienen menos lactosa que la leche).

•Desarrollar una alimentación variada y equilibrada, para asegurar que no se produzca déficit de calcio.

•Asegurar la ingesta diaria de dos raciones de alimentos ricos en calcio: leche sin lactosa, leche de soja, yogur o queso (según tolerancia).

•Tratar de hacer variada y atractiva la comida, incluyendo leche de soja o leche baja en lactosa en la elaboración de numerosos platos: croquetas, bechamel, cremas de verdura, salsas diversas, postres caseros, batidos de frutas y leche.

•Tener en cuenta el siguiente menú: desayuno (muesli con leche de soja o baja en lactosa y jugo de naranja natural), almuerzo (acelga con papas, pimientos rellenos, pan y fruta de estación), merienda (café con leche de soja o baja en lac­tosa, tostadas con mermelada y fruta de estación), cena (ensala­da mixta, tortilla española, pan y postre de soja)

Los alimentos que no se deben consumir son:

•Leche (entera o descremada, en polvo, líquida o condensada, crema de leche).

•Postres lácteos (flanes, mousse, postres, helados, batidos de frutas).

•Quesos de todo tipo.

•Crema de leche, crema pastelera.

•Mantequilla y alimentos que la contengan.

•Dulce de leche.   

•Chocolate (solo o con leche).

•Productos de pastelería.

Los alimentos que se pueden comer sin problemas:

•Todas las frutas.

•Frutos secos.

•Todas las verduras y hortalizas, frescas o congeladas, crudas o cocidas.

•Legumbres, cereales, tubérculos y pan.

•Carnes, pescados y huevos.

•Alimentos dulces (mermeladas, azúcar, chocolate negro sin leche, caramelos).

•Aceites.

•Bebidas refrescantes, agua, vino o cerveza.

•Salsa de tomate (según la marca).

•Mostaza, mayonesa.

•Caldos.

•Especias.

•Leches especiales sin lactosa.

Recomendaciones

en caso de padecer

Intolerancia a la

lactosa

Calcio

Este mineral se encuentra en la mayoría de los productos lácteos, los cuales deben evitar las personas con intolerancia a la lactosa, es importante señalar la existencia de otros alimentos que lo contienen.

En este sentido, se aconseja el consumo de verduras como, coles de Bruselas, brócoli, espinacas y rábano; salmón, anchoas y sardinas, incluso frutos secos (nueces, avellanas, almendras), frutas (manzana, pera, mango, plátano o banana), legumbres (soja, leche de soja, guisantes, lentejas, habas), tofu

RECETAS SIN LACTOSA

BIZCOCHUELO DE MANZANA

Ingredientes:

180 grs. de azúcar, 200 grs. de harina común, 50 grs. de fécula de maíz, un sobre de levadura, ralladura de un limón, 150 ce. de leche de soja, 100 ce. de aceite común, una manzana pelada y cortada en trocitos, azúcar impalpable para espolvorear y una pizca de sal.

En un recipiente mezclar la harina y la fécula de maíz con la levadura y la sal, tamizar.

En un cazo glasear el azúcar y mezclar con la ralladura de limón. Incorporar el aceite y la leche de soja y batir. Luego añadir la harina tamizada mezclando siempre con la batidora hasta obtener una preparación suave. Incorporar los trozos de manzana y mezclar con una espátula con movimientos envolventes. Colocar la mezcla en un molde para bizcochuelo previamente enmantecado y enharinado, y hornear durante 35 a 40 minutos aproximadamente. Una vez cocido, desmoldar y espolvorear con azúcar impalpable.

BEBIDA DE SOJA

Ingredientes: medio litro de leche de soya, media taza de miel y una fruta opcional.

Licuar la leche junto con la miel y la fruta elegida/Dejar enfriar y beber 1

Fuente: Revista Saber Vivir
LETRA A

Acidez Gástrica

Acne

Afonía

Aftas bucales

Alcoholismo

Ampollas

Anemia

Anginas

Arteriosclerosis (Ateroesclerosis)

Artritis

Asma Bronquial

LETRA B

Bronquitis

LETRA C

Cabello (caida, caspa)

Calculos

Callos

Caries

Cistitis

Colesterol

Colicos intestinales

LETRA F

Flatulencias

LETRA G

Golpes

Gota

Forúnculos

Gripe

LETRA H

Higado graso

Hemorragia nasal

Herpes

Higado

Hipo

Hipotiroidismo

Hongos Micosis

LETRA I

Inapetencia

Indigestion

Insomnio

LETRA L

Intolerancia a la lactosa

Lactancia

LETRA M

Manchas rostro

Menstruación

Mordeduras

LETRA N

Nariz tapada

LETRA O

Ojos Inflamación

Orzuelos

Otitis

LETRA P

Padrastros

Parasitos intestinales

Picaduras de insectos

Picazon

Piojos

Presion Arterial

LETRA Q

Quemaduras

LETRA R

Resfrios

LETRA T

Tos

LETRA U

Ulceras en la piel

LETRA V

Verrugas

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